A pesar de que es una organización legal, la secta Luz del Mundo es una estafa piramidal financiera, de creencias pseudoreligiosas, peligrosa y perfectamente jerarquizada. Su líder está encarcelado en EEUU por numerosos delitos, entre otros, violación de mujeres de su propia secta. Su sentencia es de 15 años, aunque tiene juicios pendientes con nuevas víctimas que han denunciado.
La sede mundial está en Guadalajara (México). Tiene filiales en numerosos países. En España también.
A partir de los sentimientos religiosos y las creencias, captan a personas y las van introduciendo en la secta hasta conseguir un poder absoluto sobre sus mentes y sus vidas. Manejan cientos de millones de dólares y su poder es tan inmenso que a los reporteros de una cadena de TV de España nadie quiso comentar nada en la ciudad sede de esta organización mafiosa.
Aunque son peligrosos, he recordar que la policía nacional tiene una unidad especializada en sectas religiosas peligrosas en Canillejas, Madrid, sede principal y nacional de este cuerpo de seguridad. Y funcionan muy bien.
Como reflexión de pirata del Chorco, he de rememorar las consecuencias que tiene creer en un líder, traspasarle poder para dirigir una o varias empresas, transferirle dinero con la confianza, si no ciega, firme de que su capacidad hará que sea rentable esa transferencia... y lo que puede suponer no solo para nuestra economía sino para nuestras relaciones personales, sociales y familiares, además de para nuestra estima al sentir que hemos o han sido engañados, estafados, manipulados y que los objetivos del líder no eran nuestros objetivos. Además, el grupo se diluye, desconfía, se deshace y se pierde lo más hermoso de las personas; lo que nos une, las cosas que aprendemos y compartimos y, por qué no, las cosas que somos capaces de transmitir porque forman parte de nuestra vida y nuestra cultura.
Como grupo de piratas con unos principios éticos básicos, tenemos la responsabilidad de denunciar a grupos que hacen daño, manipulan y cometen delitos. Y en eso estamos, porque no será la última vez que dediquemos unas líneas para comentar, denunciar o prevenir que estas cosas ocurran.