Sin quitas
La jugada de Urbas para evitar la quiebra con el único apoyo de cinco de los 270 acreedores
La constructora propone a sus acreedores una extensión de los vencimientos, sin ninguna quita, y un plan de desinversiones de casi 100 millones de euros
Urbas ya tiene listo su plan de reestructuración. El grupo constructor ha presentado a sus acreedores un plan que no contempla ninguna quita, tan solo una extensión de los vencimientos de deuda y la posibilidad de que los acreedores puedan canjear deuda por acciones de la compañía si no hay caja suficiente, según consta en la documentación a la que ha tenido acceso El Confidencial. El total de deuda a reestructurar asciende a 318,3 millones de euros y los acreedores tienen hasta el viernes 18 de julio para adherirse o no, aunque ya cuenta con las mayorías suficientes para salir adelante.
El plan de reestructuración cuenta con tres clases de acreedores y, por ahora, cuenta con el apoyo de dos: la clase 1, conformada por un único acreedor con deuda privilegiada al contar con una garantía real, que asciende a 2,1 millones; y la tercera clase, la de créditos subordinados. En esta última clase han votado a favor Germux Invest, Larisa Inverpromo y tres compañías vinculadas al grupo Urbas: Guadahermosa Proyectos Urbanísticos, Financial Management Resources Urbas y Guadahermosa Grupo Inmobiliario. Las deudas de estas sociedades representan el 70% de los créditos de esta clase de acreedores. Germux Invest aparece tanto en la lista de acreedores con privilegio como en los subordinados con dos créditos diferentes.
En conjunto, el plan de Urbas cuenta con el apoyo de titulares de deuda correspondientes a 58,5 millones de euros, de un total de 318,3 millones de deuda afectada. Es decir, el 18,4% de los acreedores. ¿Cómo es posible que salga adelante entonces? Porque esos créditos y ese 18,4% forman parte de la primera clase, la privilegiada, y la tercera. Por tanto, por número de clases, el plan cuenta con un apoyo del 66,7%, ya que la única clase que no ha votado por ahora a favor es la segunda. La ley permite la aprobación de planes de reestructuración que cuenten con una mayoría simple de clases, siendo una de ellas de carácter privilegiado.
La ley permite la aprobación de planes de reestructuración que cuenten con una mayoría simple de clases, siendo una de ellas de carácter privilegiado
En un apartado del plan, la compañía también explica que si se excluyen los créditos contingentes (aquellos cuyo cobro depende de eventos futuros e inciertos) y se consideran únicamente los créditos exigibles (es decir, los ya reclamables), el porcentaje de apoyo se eleva al 70,2%.
Estos apoyos están incluidos en el plan presentado por la compañía, el cual ha sido validado ante notario. Dado que el plazo para que los acreedores se adhieran vence este viernes, no se descarta que puedan sumarse nuevos respaldos.
En un principio, se preveía que la firma Alvarez & Marsal fuera designada como experto independiente a petición de Urbas. Sin embargo, finalmente fue el fondo Roundshield —principal acreedor del grupo— quien solicitó el nombramiento de FTI Consulting para ese rol. La designación de FTI se formalizó este mes. Fuentes consultadas indican que esta firma podría elaborar un nuevo informe para certificar las mayorías alcanzadas entre los acreedores.
Además, las fuentes consultadas destacan que una de las medidas más llamativas de la propuesta de Urbas es la posibilidad de convertir parte de su deuda en capital social. Una estrategia que suele estar dirigida principalmente a acreedores de perfil financiero, pero que en este caso se está extendiendo a un grupo más amplio de acreedores. Como ya informó este medio, entre los acreedores figuran McKinsey (con 5,5 millones), Sareb (6 millones), Cuatrecasas o PwC, incluyendo al actual auditor de Urbas, A Worldwide.
Los acreedores están organizados en tres clases: la primera, de deuda privilegiada, está compuesta por un crédito hipotecario con Germux Invest garantizado por un activo inmobiliario. El crédito asciende a 2,1 millones y el activo inmobiliario está tasado en alrededor de 3 millones. Urbas prevé venderlo para abonar este crédito.
La segunda clase, que suma 234,8 millones de créditos nominales y contingentes, comprende la deuda con los bancos y otros créditos comerciales. Para ellos se plantea un periodo de carencia hasta el 31 de diciembre de 2028. Si en esa fecha Urbas no tiene caja para afrontar las deudas, los acreedores podrán obtener bonos convertibles en acciones de la compañía. En el caso de los créditos nominales (19 millones), los titulares de esos créditos pueden solicitar los citados bonos convertibles de manera anticipada, sin esperar a 2028.
Por último, la tercera clase incluye los créditos subordinados, que incluye las deudas intragrupo, y asciende a 81,4 millones. Estos créditos pasarían a vencer el 30 de junio de 2031. Igualmente, si no hubiese caja disponible, se emitirían bonos convertibles.
Promete desinversiones por 100M
El plan señala que ya cuenta con el voto favorable de la primera clase, la deuda privilegiada, y la tercera, de deuda subordinada, por lo que contaría con las mayorías suficientes para poder sacarla adelante, de acuerdo con la ley concursal. El grueso de los créditos, no obstante, pertenece a la segunda clase, de créditos ordinarios, que todavía tiene que pronunciarse, aunque una eventual negativa no cambiaría las cosas.
La propuesta de Urbas también contempla un plan de desinversiones de cerca de 100 millones de euros de activos. Según consta en el documento, la sociedad tiene previsto vender activos calificados como no estratégicos, situados en las comunidades autónomas de Madrid, Andalucía y Castilla-La Mancha.
Desde 2020, Urbas ha llevado a cabo una estrategia de crecimiento inorgánico mediante la compra de otras compañías constructoras. La digestión de estas transacciones se truncó por el covid, el aumento del precio de las materias primas y la energía, así como la guerra de Ucrania. Urbas, que ya se reestructuró el año pasado, ha respaldado las operaciones de sus filiales con la concesión de avales a favor de sus acreedores. Si sus acreedores ejecutan ante cualquier incumplimiento, la compañía se expondría a la quiebra.
Unos 136 millones de euros en pérdidas
Algunos acreedores consultados por este medio han expresado dudas respecto a la transparencia financiera de Urbas. Señalan que las pérdidas declaradas por la compañía, cifradas en 136 millones de euros, podrían ser superiores, a la espera de la publicación de las cuentas auditadas correspondientes al último ejercicio.
La compañía cerró el año pasado con una facturación de 170,5 millones de euros y cuenta con cuatro áreas de negocio: promoción inmobiliaria, infraestructuras y construcción, healthcare y servicios, y energía, industria e ingeniería. De estos, Urbas considera la promoción inmobiliaria como su actividad principal, y es en esta área donde prevé centrar sus esfuerzos para afrontar el proceso de preconcurso, que contempla también la venta de determinados activos.
El auditor sigue sin dar el 'ok' a las cuentas
En este contexto, la compañía plantea desarrollar 35 promociones inmobiliarias entre 2025 y 2030, que sumarían más de 5.400 viviendas, la mayoría sobre suelos en propiedad. Según sus estimaciones, los ingresos acumulados al final del periodo podrían alcanzar los 1.386 millones de euros. Urbas cuenta con el asesoramiento legal del despacho Garrigues en este proceso.
A esto se suma la falta de presentación de las cuentas anuales ante el mercado: su auditor, A Worldwide, se negó a firmar los estados financieros dentro del plazo legal. Esta circunstancia precipitó la solicitud de preconcurso, presentada el 5 de mayo, apenas cinco días después de expirar el plazo para la publicación del informe anual y sin comunicación previa al regulador, lo que ha intensificado las dudas en torno a la situación real de la compañía.
Urbas ha declinado hacer comentarios a este medio.
https://www.elconfidencial.com/juridico ... a_4173430/